lunedì 22 novembre 2010

De Gibara a Londres – La vida exilada de Cabrera Infante (1)

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Guillermo Cabrera Infante nace en Gibara el 22 de Abril de 1929, en una pobre pequeña ciudad de la provincia de Oriente que todavía no ha descubierto la fascinación del cine pobre de Humberto Solás.

En los años Treinta en Gibara todo es pobre, no sirve un festival de cine, se respira miseria mezcalda al perfume salobre que llega del paseo marítimo Océano Atlántico, cabeza del Caimán que empuja las fauces en un caliente mar tropical, se convertirà en provincia de Holguín, pero ahora territorio de confín, remoto país acariciado por vientos orientales y por inclementes tormentas de lluvia.

Guillermo Cabrera hace el periodista y transmite a su hijo junto al nombre de bautizo la pasión por la escritura también. Zoila infante es su compañera de vida y de lucha política, en la pequeña ciudad de Gibara sono ellos mismos los intrépidos que abren una sección del Partido Comunista, fundado en La Habana en 1925 por un personaje romantico como Julio Antonio Mella.

No es la temporada ideal para ser comunista, son los años de Machado, el dictador más horrible de la historia de Cuba. La pareja Cabrera Infante es detenida en 1936, acusada de actividades subversivas, con su hijito que solo tiene siete años y que por algunos días tiene que conocer la inclemencia de una prisión. La policía provincial de la dictadura machadista son las temidas Guardias Rurales, las que entran en casa de Infante y hacen tabla rasa, armas en las manos, capturan la madre y el hermano, destruyen muebles y enredes domésticos, queman libros y expedientes de partido.

El padre no está en casa, pero se entregarà a la policía de Santiago- quinientos kilomentros a sur- ovest de Giabra – en cuanto sepa de la detención de su mujer, mientras el niño será encomendado a los abuelos hasta el día de la liberación.

Gibara empieza a quedar estrecha a la familia de Guillermo, la provincia no es el lugar ideal para seguir con la lucha política, pero sobre todo no està bién para la educación cultural de un hijo tan prometedor. La Habana parece ser la elección justa, vivida como un sueño lejano, grande ciudad asomada al Océano Atlántico, acotada por un muro de granito, entre el mar y los sueños lejanos.

Estamos en el 1941, Guillermo tiene solamente 12 años cuando por primiera vez ve a La Habana, ciudad de su formción cultural y humana con la que siempre quedarà atado por un vínculo indisoluble. Atiende la escuela secundaria cuando por primera vez un profesor le habla de la Odisea, cuenta el regreso de Ulises a Ítaca y cita el episodio del perro Argos que se muere por la felicidad de volver a ver su patrón. Guillermo se emociona muchíssimo, nunca había escuchado una historia tan bella, es el estímulo decisivo para que empiece a interesarse en la literatura.

En el bachillerato el joven Cabrera Infante es un eficiente estudiante de historia de la literaura, no solamente española y cubana, sino de todos los tiempos y latidud. En 1947 se topa con El Señor Presidente, grande romance de Miguel Ángel Asturias, y decide hacer una suerte de parodia de la obra maestra escribiendo una narración con el mismo títiulo. Tiene sólo dieciocho años, pero puede utilizar los mismos elementos literarios que Asturias introduce en el texto, sobre todo repeticiones, sonidos, sílabas, asonancias, imitando el estilo.

Guillermo lo envia a Bohemia, la revista mas popular de Cuba, casi como un juego y con grande sorpresa ve publicar su pequeña broma literaria. Empieza su aventura entre las palabras, que con el tiempo se convertirà en una profesión, quizás sería mejor decir en una obsesión. Ya, porque la cruz de un escritor es precisamente el no poder transcurrir un solo día sin haber escrito algo, que sea un artículo, un pensamiento, una reflexión, una página de romance, una narración. No tiene la minima importancia cual cosa, el importante es ecribir.

En 1947 el pequeño Guillermo solo tiene dieciocho años, vive las calles de una capital desconocida y famélica que tan bién describirá en las páginas de La Habana para un infante Difunto, ama escribir relatos y como todos lo chicos no sabe lo que harà de su vida. Su primera opción universitaria se dirige hacia la facultad de medicina, pero la corrije pronto porque la materia no es para él, tan inclinado al razonamiento literario, a la jocosa intuición de la palabra. En 1950, Guillermo se matrícula en la facultad de periodismo – en Cuba existía y existe hoy en día también aunque a un italiano pueda parecer algo imposible- siguiendo las huellas de su padre. Entiende que su vida son el cine y la literatura, dos amores que lo acompañarán para toda su vida, quizás los únicos amores que nunca taicionará, con las mujeres no serà tan fiel.

En Cuba cae Machado y se impone en el poder Fulgencio Batista - un sergento mulato que se autonombrarà general – en un primer tiempo gracias a las libres elecciones y a el apoyo del Partido Comunista, luego gracias al golpe más rápido de la historia, llevado a cabo arriba de cuantro coches con la ayuda de decisiete oficiales.

mercoledì 17 novembre 2010

Juntos de nuevo

“Es él”, dijo la esposa.

“No es fácil reconocerlo, pero desgraciadamente así es”; añadieron los hijos.

Raúl García González había hecho su último viaje desde el aeropuerto de la Habana; y así fue como llegó a Miami, atado de pies y manos a la carlinga del avión. Lo había hecho solo, sin ninguna ayuda, como mejor pudo y ahora yacía inerte sobre una mesa de mármol.

Un último intento de fuga desesperado.

Raúl amaba su tierra y nunca hubiera querido dejarla, pero su mujer y sus hijos se habían marchado y él ya no soportaba estar lejos. Ya había estado sin ellos demasiado, desde aquel día en que escaparon a bordo de aquellas balsas furtivas.

Isabel acarició su frente y por un instante pareció revivir todas sus esperanzas.

No siempre fue tan difícil vivir en Cuba. No como ahora. Hace 15 años ya se empezaba a dejar sentir la llegada de tiempos duros, pero nadie se habría podido imaginar lo que en realidad iba a suceder.

No faltaban los problemas, nunca habían faltado. Sin embargo, la esperanza ayudaba y la fe hacía seguir adelante. Raúl era uno de los que creía; había luchado por aquella revolución cuando era poco más que un adolescente y Fidel representaba para él una de las pocas certezas de su vida. Isabel nunca había sido militante. Como buena mujer de casa, siempre se había ocupado de otros asuntos. “Hablan y hablan, pero nunca se preocupan por la gente pobre...”; decía a menudo. Su marido la reprendía diciendo; “¡No hables así! ¿Qué te falta? Nosotros somos el Estado; nosotros hemos dado nuestra sangre para construir esta república”. Isabel callaba para no contradecir a su marido, pero los políticos no la convencían, jamás la habían convencido. Batista o Fidel, era igual, de todos modos la gente pobre no importaba y nunca importaría.

Cuando comenzó el “período especial”, Raúl no quería creer lo que estaba sucediendo; a menudo maldecía a Rusia y Gorbachov.

-¡Nos han abandonado! ¡Malditos soviéticos! Nos dejaron solos en manos de los americanos...

-¿Qué te decía? -hacía eco su mujer- ¿Qué te he dicho siempre? La gente pobre tiene que arreglárselas sola; comunistas o capitalistas el resultado es el mismo.

Se vivía muy mal; faltaba todo, incluso lo indispensable. Los americanos, con su despiadado embargo, no sólo impedían el comercio, sino inclusive el arribo de medicamentos. Fidel racionaba los alimentos; la tarjeta alimenticia permitía comprar menos de lo necesario para la simple subsistencia, con eso se las arreglaba la gente. Isabel todavía recordaba los sacrificios y sufrimientos que debían afrontar a diario; sus hijos crecían desnutridos y sin ropa suficiente. Trabajar era imposible y, cuando se lograba, el pago era de pocos dólares que nunca bastaban.

Mientras tanto, comenzaban a llegar los primeros turistas extranjeros; llevaban consigo historias de otros mundos, historias normales de lugares donde se trabajaba y se podía vivir con el propio sudor de la frente. Fue entonces cuando Isabel comenzó a pensar en la fuga.

¿IRNOS? ¡¿Pero te has vuelto loca?! ¿Y a dónde podríamos ir...?”. Decía Raúl.

“A Miami, donde van todos; ahora hay más cubanos ahí que en nuestra isla. Allá esperaremos, algo tendrá que cambiar tarde o temprano, y en la espera por lo menos no moriremos de hambre. Podremos trabajar, como en cualquier parte del mundo y ahorrar algo”, respondía Isabel.

“Yo quiero morir en Cuba. No me hables de Estados Unidos. Pero ustedes acomódense en sus balsas si quieren, yo los espero aquí. Esta es mi tierra.” Concluía Raúl.

Las dificultades eran muchas y aumentaban día tras día, pero él resistía. Nunca se habría marchado; fue entonces cuando un buen día Isabel tomó a sus dos hijos y se embarcó en una balsa insegura junto a otros desesperados hacia Miami; hacia un futuro incierto pero lejos de la certeza de un difícil presente.

Raúl se quedó solo. Pensaba que huir no serviría de nada. ¿Qué esperaba el que se iba? ¿Creían acaso que el capitalismo disolvería los problemas como nieve al sol? Raúl todavía conservaba las fotos de Fidel en su humilde casa de las afueras; estaban en los muros bien ordenadas, al lado estaba el Che Guevara con uniforme militar.

Vivía en Guanabacoa, cerca de las playas del este de La Habana; tierra de negros y ritos mágicos, condimentada de antiguas supersticiones. Un lugar pobre, decrépito como sus casas coloniales que se vienen abajo a pedazos. Triste y alegre al mismo tiempo. Refugio de cotidiana miseria que se debate entre orgullo silencioso y gritos de niños que juegan a perseguirse en los desgarbados campos, bajo palmas altísimas y plátanos.

Raúl no quería dejar su tierra. No quería traicionar la memoria del Che Guevara con quien había luchado por la revolución.

Recordaba el tren descarrilado a Santa Clara -- también se estuvo ahí, a pesar de que era aún muy joven—y los ojos de hielo de aquel argentino y esas palabras que sólo él sabía pronunciar para infundir coraje. Raúl todavía confiaba en Fidel.

Las cosas habrían cambiado y él no habría escapado. Bastaba esperar con paciente resignación, en definitiva; como lo había hecho toda su vida. Isabel no había tenido paciencia; tenía dos hijos que le pedían de comer todos los días; lo suficiente para coaccionarla a partir. Raúl se sentía traicionado y cuando lograba llamar a Miami lo expresaba claramente. “Ven tu también – le decía su mujer - todavía te quiero como antes. Te espero. Te esperamos.”

Pero Raúl no quería saber; aquélla era su tierra ¿qué podía ir a hacer a Miami? Sus viejas calles, las esquinas del barrio, las tabernas donde tomaba ron para alejar los malos pensamientos, las fiestas llenas de ruido y música...¿Quién le volvería a dar todo eso?

Y la atmósfera mágica de un ocaso habanero, cuando el Malecón engulle un horizonte desesperado y hace desaparecer el sol detrás de las olas de un mar estimulado por la fuerza del viento, ¿cómo podría revivirla? ¿Entre rascacielos en el mar de Miami? ¿Aprendiendo una lengua que no era la suya? ¿Aceptando la derrota definitiva contra los odiados capitalistas?

No se habría marchado. Era él quien los esperaba; en el mismo lugar, en aquel sitio que era su hogar.

Isabel se enjugó una lágrima que le cruzaba el rostro contraído de dolor.

“¿Por qué en el fondo no fuiste fiel a tus ideas ? ¿Por qué escapaste si era eso lo que no querías?” Murmuraba mientras acariciaba la gélida frente de su esposo.

El último viaje, el de la desesperación.

Así se lo habían mostrado, como jamás lo hubiera querido ver. Lo despojaron de las humildes ropas, descosidas y remendadas, que llevaba. El viaje, ese viaje absurdo que sólo podría conducirlo a la muerte, lo había dejado en condiciones terribles.

Isabel hizo salir a los niños. “Esto no es para ustedes”, dijo.

Cuando los niños se fueron alejando se puso a trabajar. Tenía que dejarlo presentable para la última ceremonia, vistiéndolo con un traje elegante, quizás el mejor traje que jamás hubiese usado. Isabel pensó que su esposo no habría estado de acuerdo. “Somos gente pobre –habría dicho— y por lo tanto, vestimos la ropa de la gente pobre.”

Lo recordaba con sus pantalones claros, un poco descosidos y llenos de polvo, pero también su camisa eternamente sudada, siempre para lavarse.

Tomó los pantalones y los dobló distraídamente. Ahora era el momento de tirarlos en el cesto de la basura, porque definitivamente ya habían cumplido su cometido. Fue precisamente entonces cuando vio caer del bolsillo derecho un papel amarillento. Lo recogió y leyó atentamente. Era una carta dirigida a ella, escrita en un español sencillo y correcto. Una lengua dulce y musical que no había olvidado, aunque viviera en Miami y estuviera obligada a hablar inglés.

“Querida Isabel, ¿ves qué extraña es la vida? Si lees estas palabras quiere decir que no lo habré logrado y quizá haya sido mejor así, porque me hubiera costado mucho decirte que tenías razón. Las ideas en que creía murieron hace ya mucho tiempo y probablemente es mejor que me vaya con ellas. No habría tenido la fuerza para sobrevivir a mí mismo. Cuidas de los muchachos. Siempre has sido una buena madre.”

Isabel apretó el papel entre las manos, tenía muchas ganas de llorar pero Raúl no habría querido que ninguno llorara por él. Testarudo hasta el tuétano, había escogido la forma más absurda de escapar, porque en realidad lo único que buscaba era la muerte.

Isabel tiró la carta. No diría jamás a nadie de su existencia, ni siquiera a sus hijos. Ella y Raúl se encontraban de nuevo juntos, a pesar de todo y después de tanto tiempo tenían todavía un secreto en común que conservarían celosamente entre los pliegues de la memoria.

Gordiano Lupi - www.infol.it/lupi

Quien soy/Chi sono

Gordiano Lupi (Piombino, Italy - 1960). Periodista de La Stampa de Torino. Traductor de Alejandro Torreguitart Ruiz, Yoani Sánchez, William Navarrete, Felix Luis Viera, Heberto Padilla y otros escritores cubanos. Escribe ensayos sobre el cinema italiano por la editorial Profondo Rosso de Roma. Escribe sobre www.tellusfolio.it columnas sobre cultura y politica cubana, cinema y literatura italiana. Entre sus trabajos mas distacados: Nero tropicale (Il Foglio, 2000) - cuentos cubanos -, Orrori tropicali (Il Foglio, 2002) - cuentos de horror cubano -, Cuba Magica (Mursia, 2003) - ensayo sobre la santeria - , Un’isola a passo di son (Bastogi, 2004) - sobre la musica cubana -, Almeno il pane Fidel - Cuba quotidiana (Stampa Alternativa, 2006) - sobre el periodo especial y la Cuba cotidiana - , Mi Cuba (Mediane, 2008) - ensayo fotografico sobre Cuba - , Fellini - A cinema greatmaster (Mediane, 2009), Sangue Habanero (Eumeswil, 2009) – novela negra cubana - , Una terribile eredità (Perdisa, 2009) - novela negra cubana - , Per conoscere Yoani Sánchez (Il Foglio, 2010) - biografia de la bloggera cubana - , Fidel Castro – biografia non autorizzata (A.Car, 2010) - vida y obras de un dictador. Traduce el blog Generación Y de Yoani Sánchez e es el traducotor para Rizzoli de su primer libro italiano: Cuba libre – Vivere e scrivere all’Avana (2009). Web: www.infol.it/lupi. E-mail: lupi@infol.it

venerdì 12 novembre 2010

La Rivoluzione ci ha salvato... a me e a te!


Jardim dalle colonne de El Nuevo Herald vede così il rappoorto di aiuto Cuba - Venezuela.



- A noi due ci ha salvato la Rivoluzione

- Sì, a te e a me.

Nel biglietto che pende dalla valigia si legge: "Con affetto, Hugo".

Gordiano Lupi

Il Sesto Congresso del PCC... a tempo debito!


Jardim dalle colonne de El Nuevo Herald ironizza sui tempi lunghi del PCC...

- Il governo cubano si prende il tempo necessario (13 anni) per celebrare il 6° Congresso del Partito.

- Benvenuti i delegati

Gordiano Lupi

La Rivoluzione... russa!

Fidel reagisce al videogioco per ucciderlo...



La satira colpisce ogni aspetto della vita politica. Jardim su El Nuevo Herald di oggi fa riferimento alla notizia del nuovo videogioco (di dubbio gusto) dove uccidono Fidel.



Rivoluzionario - E' uscito un videogioco dove la uccidono, Comandante!

Primo Verme - No, per Dio!

Secondo Verme - Indossa un cappellino dove sta scritto "Cuba"

Fidel - Cosa?


Gordiano Lupi

giovedì 11 novembre 2010

Un videogioco per uccidere Castro fa arrabbiare il governo cubano

Il videogioco Call of Duty: Black Ops, messo in vendita martedì negli Stati Uniti, non è piaciuto al governo cubano. La stampa ufficiale e i blogger governativi dell’isola, mercoledì hanno reagito con indignazione dopo il suo lancio sul mercato, perché tra le opzioni previste dal gioco c’è quella di poter uccidere Fidel Castro.


“Gli Stati Uniti non sono riusciti a eliminare Castro nella realtà e adesso cercano di farlo virtualmente”, scrive il portale Cubadebate, dove Castro abitualmente pubblica le sue Riflessioni.

Il gioco comincia nella Cuba della Guerra Fredda. I russi sono i nemici e la prima missione è assassinare il loro alleato: Castro.

“Pronto per fare la storia?”, chiede uno dei personaggi al giocatore, proprio prima di entrare in una stanza dove si vede un giovane Fidel Castro, vestito di verde oliva. Castro utilizza una donna con un camice bianco come scudo umano. Il giocatore può sparare, l’azione subisce un rallentamento, si vede una palla dorata colpire il torace del leader maximo e fuoriuscire il sangue.

Secondo Cubadebate la logica del gioco è doppiamente perversa perchè “glorifica gli attentati pianificati in maniera illegale dal governo degli Stati Uniti contro il capo di Stato cubano e stimola comportamenti negativi di bambini e adolescenti nordamericani, principali consumatori di questi giochi virtuali”.

Il videogioco ha scatenato un vero e proprio dibattito politico.

L’impresa californiana Activision Blizzard Inc., creatrice dell’intrattenimento virtuale, non ha voluto rispondere alle accuse e non ha spiegato come mai la scelta del personaggio da uccidere sia caduta proprio su Castro.

I ragazzi statunitensi sembrano entusiasti del gioco, affermano che dover uccidere un vero dittatore rende tutto più realistico. In ogni caso, pochi minuti dopo che il giocatore ha eliminato il leader comunista, Castro torna alla ribalta e spiega che non è stato lui a morire, ma un suo sosia. Il dittatore consegna il giocatore ai russi e la guerra continua. Tutto ciò è motivo di grande delusione per molti cubani che hanno comprato il videogioco solo per togliersi una soddisfazione negata dalla vita reale…


Gordiano Lupi
www.infol.it/lupi

giovedì 4 novembre 2010

L'influenza blogger

Yoani Sánchez non riesce a collegarsi a Internet, quindi opta per pubblicare alcuni messaggi su Twitter a mezzo sms.

“Ieri ho cercato di collegarmi a Internet da un hotel, ma la connessione era terribile: continuo a twittear per sms”, scrive la blogger. Alcuni messaggi riguardano la mancanza di libertà di stampa: “Il quotidiano Granma è ogni giorno più autistico. In realtà la stampa ufficiale non parla di quasi niente, ma si limita a citare vecchi discorsi. Addirittura non fa parola della possibile esecuzione di una donna iraniana accusata di adulterio. Se potessimo scegliere quale quotidiano leggere, vi immaginate con quanti lettori resterebbe il Granma?”.

Poter usufruire di piena libertà su Internet è un pensiero dominante: “Il cavo sottomarino tra Cuba e il Venezuela porterà un accesso massiccio dei cubani a Internet? Il cavo sottomarino tra Cuba e il Venezuela porterà qualche kilobyte per i blogger alternativi? Ho il presentimento che per accedere a Internet continuerà a funzionare il filtro ideologico. Non esiste la volontà politica di far accedere i cubani liberamente a Internet”. Molti altri messaggi riguardano i limiti culturali e l’impossibilità di possedere uno spazio libero in rete, accessibile a tutti: “Lo scambio culturale sarà completo solo quando potranno venire a Cuba anche gli artisti dall’esilio. Il mio blog è bloccato negli Internet - caffè e nei server pubblici da marzo 2008. Un altro sito bloccato è il mercato virtuale e alternativo: www.revolico.com. Sapete quanto è lungo l’elenco dei web censurati nei nostri server pubblici? Sapete che un cittadino cubano non può pubblicare un sito nei server del proprio paese? Il governo ha dato il via all’operazione “cybermambí”: creare blog ufficiali per contrastare gli alternativi. Ma è molto difficile dirigere dall’alto un blog, tipico frutto della spontaneità personale. Nella realtà ci sono le brigate di risposta rapida che attaccano i non conformi, in rete troviamo le brigate di risposta cibernetica”.

I blogger cubani hanno bisogno di strumenti di lavoro. Yoani ringrazia chi invierà al suo indirizzo e-mail manuali sulle reti sociali e su web 2.0. Intanto comunica che Francis Sanchez, scrittore e poeta di Ciego de Avila, ha aperto un blog: www.hombreenlasnubes.blogspot.com”. Il suo unico conforto è che “l’influenza blogger si diffonde come uno starnuto di libertà”.

Gordiano Lupi
www.infol.it/lupi