mercoledì 1 dicembre 2010

La vida exiliada de Cabrera Infante II

El partido de Acción Unificadora (PAU) que hace cabo a Batista auspicia desde tiempo la imposición de una dictadura para que se instaure otra vez el orden en el país. Batista sube al poder sin disparos ni hostilidades, se proclama jefe de Estado sin esparcir ni una gota de sangre, al final de lo que los cubanos con ironía llaman “ el golpe del sun-sun”, referiendose a una canción que habla del sun-sun, un discreto pajarito madrugador. Los escritores nunca quedan simpáticos a los dictadores, son dolorosas espinas clavadas en las espaldas, porque el poder es como una droga y emborracharse de historia puede ser su efecto peor. Son palabras del grande poeta cubano José Maria Heredia, muerto en exilio depués de haber luchado por una Cuba libre, pero quedan bien en qualquier tiempo. “Ninguna poesia volcará nunca un tirano. Pero le deja un siñal, a veces indeleble”, añade. Guillermo Cabrera Infante escribe y deja señales indelebles en la piel del tirano, es su tarea, lo único que sabe hacer. En 1952 escribe un relato que no gusta a los censores del régimen, lo consideran obsceno y lo secuestran en todo el territorio nacional. Guillermo como pena ulterior ve prohibirse la posibilidad de firmar obras de narrativa, artículos y ensayos, prohibición que evita haciendo recurso a lo seudónimo de G. Caín, obtenido de la contracción de su verdadero nombre. El cine se converte en su amor más grande, quizás fascina el escritor más de la misma literatura, porque las imagenes expresan con inmediatez las sensacciones. En 1954, Guillermo se convierte en el joven crítico de cine de la rivista Carteles, como cuenta en el romance autobiográfico Cuerpos divinos, publicado póstumo gracias a su segunda mujer. Firma las piezas con el seudónimo que ahora lo caracteriza y que no abandonará nunca, dado que en futuro firmará las escenografías cinematográficas como G. Caín. Carteles será una pieza importante de su juventud, la redacción de la revista lo acogerá hasta el 1960 y será precisamente a partir de allí que tendrá nuevas amistades y encuentros sentimentales, juntando trabajo y pasiones como leitmotiv de su vida. Marta Calvo es la primiera mujer que casa en 1953, del matrimonio nacen dos hijas, Ana y Carola, pero en 1958 conoce el amor de su vida, la actriz cubana Miriam Gómez, que casa en 1961, después de haber devorciado de su primiera pareja. Non es un ejemplo de fieldad Guillermo, prerrogativa esta de muchos cubanos, pero Miriam Gómez será su compañera por toda la vida y debemos a ella la publicacción de Cuerpos divinos, a pesar de que el romance cuente historias de traiciones y fugazes amores vividos por el escritor con fascinantes muchachas habaneras. Guillermo cabrera es hijo de comunistas, odia a Batista con todo su corazón, lo considera un dictador inculto y arrogante, apoya a la Revolución y piensa que lo barbudos de Fidel Castro llevarán un aliento de aire nuevo en una realidad asfixiante. Por algunos años las cosas van bien, recibe la nomina de director del Consejo Nacional de la Cultura, jerente del Instituto de Cine y vicedirector de la revista Revolución, dirigida por Carlos Franqui. Cabrera Infante dirige el suplemento literario, el mítico Lunes de Revolución que hoy también queda bien imprimido en el imaginario colectivo si se piensa que un joven cubano como Orlando Pardo Lazo titula su blog Lunes de Post Revolución.

Traduzione in spagnolo di Francesca Desogus - desogus.francesca@tiscali.it

Nessun commento:

Posta un commento