Literatura, Derechos humanos
Gordiano Lupi, por la democracia para Cuba
“Nada ni nadie podrá apartarme de mi decisión de cooperar en todo lo posible para que la verdad de Cuba sea conocida”
Félix Luis Viera, México DF
01/06/2011
En el verano de 1998, el periodista y escritor italiano Gordiano Lupi llegó a Cuba por primera vez convencido de que arribaba al paraíso. Así se lo indicaban los escritos que a grandes paletadas había digerido de su compatriota Gianni Minà, quizás el más fiel amanuense del castrismo en Italia y quién sabe si en toda Europa.
Pero en ese viaje Lupi constató, según sus propias afirmaciones, “la falsedad de que Cuba era el mejor estado social del mundo, que todos tenían lo bastante, que ninguno estaba perseguido por sus ideales y que el pueblo estaba todo con Fidel Castro”, como le habían afirmado los señores de la Sociedad de Amistad Italia-Cuba.
Desde entonces, este intelectual italiano se convirtió en un total adversario de castrismo y, por consiguiente, en un defensor de los derechos humanos para la Isla. Esta actitud le ha valido amenazas, intimidaciones y exclusiones provenientes de las hordas castristas itálicas en los últimos 13 años. Pero esto no ha desanimado a quien afirma que “nada ni nadie podrá apartarme de mi decisión de cooperar en todo lo posible para que la verdad de Cuba sea conocida”.
Como es habitual en estos casos, la patética izquierda castrista italiana no pierde oportunidad para injuriar a Lupi y, claro, para acusarlo de agente de la CIA. En el pasado otoño aun le bloquearon el acceso al aula de reuniones de la Universidad de Pisa y fue objeto de un “mitin de repudio” cuando él se disponía a llevar a cabo una videoentrevista con la bloguera cubana Yoani Sánchez.
En la década recién concluida este periodista italiano ha puesto a disposición de la literatura cubana la pequeña editorial autofinanciada con que cuenta para dar a conocer, entre otros, a los escritores isleños William Navarrete, Alejandro Torreguitart y los poetas de la Primavera Negra; obras que él mismo ha traducido, labor que también realiza constante y desinteresadamente para el blog de Yoani Sánchez.
Cinco años atrás Gordiano Lupi dio a conocer el libro de su autoría Pan aunque sea, Fidel, lo cual le valió, por supuesto, un airado ataque de los testaferros del potentado Gianni Minà, director de la lucrativa revista Latinoamérica, “el Granma traducido, una voz al servicio de las mentiras castristas”, según ha afirmado el propio Lupi.
Otro de sus libros sobre la Isla es Mi Cuba —en edición inglés-español—, un recorrido por varios de los orígenes del arte y la literatura cubanos, que deja de manifiesto la pasión que mueve al periodista italiano para con aquella tierra y que ha gozado de una buena atención del público lector.
“En Italia la literatura cubana de la diáspora tiene muy poca divulgación y los cubanos que no están de acuerdo con el castrismo no son publicados por las grandes editoriales”. A partir de esta conclusión Gordiano Lupi ha dedicado sus dos columnas semanales en sendas publicaciones, con toda la persistencia que le sea permitida, a reseñar, publicar, informar —previa traducción— el quehacer literario de los escritores cubanos de la diáspora. Una labor titánica no solo por el esfuerzo intelectual que requiere, sino además por los obstáculos que debe vencer y las presiones a que es sometido por la abstrusa izquierda italiana.
¿Por qué Gordiano Lupi realiza no pocos sacrificios en pro de la libertad de un pueblo que no es el suyo? “Por algún sentido de justicia y porque siempre he admirado al pueblo de Cuba, que no merece vivir bajo el miedo y la humillación”, ha respondido.
Gracias.
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